Concretamente en este estudio, encuentran que los amigos tienen características en común en el sistema olfativo, entre ellas hay genes que codifican receptores olfatorios. Curioso ¿verdad?
La explicación puede ser que personas que perciben olores de la misma manera, prefieran entornos similares donde interactúan. Además el olfato interviene en el contagio emocional y en la comunicación y ayuda a evitar intoxicaciones. Por lo que puede haber sido ventajoso ser parecidos.
Por otra parte, encuentran que este parecido no ocurre en genes del sistema inmune.
Por ejemplo, interesa ser diferentes en el sistema inmune porque en caso de que haya alguna enfermedad infecciosa, alguien del grupo sobreviva o no caiga enfermo.
Sin embargo, aunque hay ocasiones en las que ser diferente tiene más ventajas, sigue prevaleciendo ser similares. ¿Cuál puede ser la razón? Pues que nos cuesta menos encontrar a personas más similares y además es más sencillo interactuar con ellas de forma exitosa.
Esto es lo que ocurre en situaciones en las que se requiera realizar diferentes tareas.
En estas situaciones es más ventajoso relacionarse con gente más diferente para cubrir el abanico de habilidades que se vayan a necesitar. Pero hasta en estos casos, los humanos seguimos teniendo preferencia por asociarnos con gente más similar a nosotros (aunque no haya un beneficio aparente).
Me ha parecido muy interesante, no me hubiera planteado nunca la existencia de un vínculo genético entre amigos. Un saludo y enhorabuena por tu blog.
Sí, la verdad que es un tema muy curioso y desconocido. ¡Muchas gracias!
Muy, muy interesante. Me queda la duda de si también influye la genética en las relaciones de pareja. Ahí lo dejo 😉
Gracias!!